El futuro de la traducción depende de nuestra aproximación a la tecnología. En el actual panorama de integración tecnológica, la industria de la traducción solo tiene dos caminos a seguir: o se extingue o se renueva.
Inicialmente sonando algo apocalíptico, pero al analizar más de cerca el contexto, entendemos que el tono alarmante puede ser un impulsor positivo para el cambio.
Entre la extinción y la renovación, es, por supuesto, mejor optar por la renovación. Pero ¿qué representa la innovación en nuestro campo? ¿Y por qué el futuro de la industria de la traducción depende de nuestra aproximación a LLMs y otros IA?
Primero, necesitamos desmitificar la idea de la innovación como algo arquetípico, una brillante y rara invención. Innovación es una palabra crucial para el campo de la traducción, especialmente en el escenario actual. Está presente en cada pequeña acción dirigida a mejorar algo un poco, no importa cuán pequeña pueda parecer la contribución.
Innovación implica traer algo que, cuando se crea, transforma la manera en que se realiza una tarea. Ejemplos incluyen optimizar un proceso o una herramienta.
En nuestro sistema de gestión de traducción, BWX, nos esforzamos por integrar inteligencias: traducción automática, glosarios, memoria de traducción y la sensibilidad de los traductores humanos. Es una herramienta optimizada que combina la simplicidad de las traducciones automáticas con mucho más. Optimiza el proceso, minimizando el esfuerzo, aumentando la productividad y mejorando la experiencia de redacción para traductores y agencias.
Este es solo un ejemplo de innovación, pero creemos que el campo de la traducción es propicio para más mientras manejamos la IA con una mente abierta y, sobre todo, curiosa.
¿Qué significa la innovación en el campo de la traducción?
Nuestro CEO, Gabriel Fairman, utiliza una interesante analogía: la del auto autónomo. Un coche autónomo tiene que ser 10 a 100 veces mejor que la conducción humana para ser considerado una alternativa segura. Ser igualmente bueno no es suficiente.
Podemos usar esta analogía para pensar en la relación entre los humanos y la tecnología en el campo de la traducción. Gran parte del conflicto en esta relación proviene de una "terquedad" para siempre verla desde una perspectiva competitiva: "humanos versus tecnologías", "cómo los humanos deben ser mejores que la IA para no perder sus jobs", y así sucesivamente.
Estos discursos son improductivos para la traducción. Continuar midiendo fuerzas con tecnología es probablemente el camino más rápido hacia la extinción de este mercado.
Pero si la renovación es la alternativa elegida para traductores y agencias de traducción, entonces tenemos una pregunta verdaderamente productiva:
¿Cómo pueden la inteligencia artificial y LLMs ayudar a los humanos a hacer su trabajo de manera más eficiente y con mayor calidad? Creemos que este enfoque es la forma más inteligente.
Futuro y perspectivas en la industria de la traducción
El mercado de la traducción enfrenta tensión en alcanzar un futuro prometedor. Por un lado, hay ejecutivos y gerentes que creen que LLMs superarán a los humanos en términos de servicios de idiomas. En el otro extremo están aquellos que dudan de esto y creen en la traducción tradicional, realizada exclusivamente por humanos, sin integración de IA.
¿Cómo podemos ver perspectivas positivas ante esta tensión? Creemos que las oportunidades se encuentran en el equilibrio. La capacidad de presentar argumentos tanto para ventajas económicas como cualitativas es un camino.
Es posible entregar traducciones personalizadas con un alto nivel de calidad a un costo atractivo. En otras palabras, presupuestos que no tienen que cobrar una cantidad exorbitante - porque requieren una gran cantidad de "esfuerzo artesanal" por parte del traductor - pero que tampoco desprecian el valor y la inteligencia del trabajo humano en este proceso.
¡No esperes a que llegue el futuro! Cambia el enfoque ahora
Gestionar una agencia de traducción, ya sea como emprendedor individual o con un equipo grande, es una tarea compleja. El desafío solo crece.
Sobrevivir en esta industria requiere implementar algunas estrategias, algunas de las cuales son indispensables para sobrevivir en los próximos 10 o 20 años. El primero de estos es incorporar software engineering en tu flujo de trabajo.
Es cierto que el software es menos flexible para abordar las múltiples demandas de cada cliente (el proceso sería impracticable si tuviera que atender a cada particularidad). Pero las ganancias son notables desde una perspectiva empresarial.
El software permite que su agencia tenga una arquitectura especializada para manejar varios tipos de traducción que se ajustan a su flujo de trabajo. Esto es genial porque aporta dos beneficios valiosos: automatización y mejora constante.
LLMs son magníficas herramientas cuando se utilizan a su máximo potencial. El futuro de esta industria de la traducción depende de cómo manejemos las tecnologías hoy en día. El traductor es el único capaz de utilizar los criterios de las empresas para trabajar en la posedición que entrega contenido valioso.
No esperemos a que el futuro llegue para hacer cambios. El mercado de la traducción ya es lo suficientemente competitivo. Renovar el enfoque con tecnologías y prepararse para lidiar con arquitecturas digitales traerá la frescura que nuestro mercado necesita.